Siempre que habló o pienso en la selección siento una mezcla de sentimientos por dentro. Creo que los partidos en los que más he sufrido, han sido los de Honduras, pero también las veces que más he disfrutado han sido gracias a ellos. Nuestra selección, aunque bueno para comodidad de muchos solo es nuestra cuando gana, ayer sufrió una dura derrota ante Brasil. Después de esto, las redes sociales estaban inundadas de comentarios al respecto, algunos defendiendo a los jugadores y otros atacándolos.
Si, fue muy triste ver el partido, de inicio a fin… Esta vez también me tocó verlo en la universidad y confieso que falte a mi clase de las 8:30 a.m. por quedarme guardando lugar para cuando iniciara el partido. Lastimosamente la felicidad ayer solo nos duró 19 cortos segundos. El primero de los seis goles brasileños cayó justo en ese momento con Neymar y se convirtió en el gol más rápido en la historia de los Juegos Olímpicos. Aún en el medio tiempo yo creía que las cosas podían ser distintas en el segundo. Ya en el segundo tiempo, Pinto hizo algunos cambios, pero ya la cuesta estaba muy arriba y era difícil que ellos influyeran en el resultado.
Podría ponerme a hablar de todo lo malo que hubo en el partido; los errores en defensa, la falta de reacción, caer en el juego y provocaciones de Neymar… pero en cambio he decidido no ser una más insultando a los jugadores. Lo único que si voy a criticar fue lo que pasó al final del partido. ¿Cómo es posible que te acaban de “meter” seis goles y salgas corriendo atrás de Neymar para pedirle: foto, autógrafos y camisa? Creo que fue un completo error hacer eso sobre todo por parte de los miembros del cuerpo técnico. Neymar, yo sé que es una estrella del Barcelona, que muchos lo admiran y que no lo vas a encontrar caminado por el parque a diario. Sin embargo, Andrea (o sea yo jajaja) pienso que por sobre todo debe estar la dignidad y el profesionalismo. Algo que siempre he pensado es que nos hace falta trabajar la parte psicológica de TODOS los que integran la selección y así poder borrar complejos e inseguridades que aunque digan: "Eso qué tiene que ver? Tiene todo que ver.
Ayer una amiga me dijo: “Andy te veo triste, ¿Qué te pasa?" En el momento no sabía qué me pasaba pero ahora que lo pienso mucho tuvo que ver esa derrota. No lo digo en sentido de reproche para nada pero estoy segura que no soy la única que quedó así. Muchas personas dicen que les exigimos más a los mismos jugadores que a las autoridades y no sé cuantas cosas más. Me puse a pensar en eso y llegue a una conclusión: la selección es nuestro escape, es el medio que usamos para evadir todo lo que a diario pasa en nuestra querida Honduras. Como país estamos urgidos de noticias positivas y todos vimos en la selección esa oportunidad...TODOS incluyendo a los jugadores y cuerpo técnico queríamos esa final, queríamos ver el nombre de nuestro país en lo más alto y ganar por primera vez esa tan anhelada medalla.
Elis observa el gol de Neymar.
Afortunadamente la posibilidad sigue viva y aunque no será una medalla dorada o plateada, si puede ser una de BRONCE, un bronce que va valer oro. Honduras aún puede ver su bandera elevándose en la ceremonia de premiación y lograr lo que nunca se ha logrado en nuestro país. Todavía estás a tiempo, a tiempo de volver a creer, de volver a soñar que ganar la medalla SI es posible. Nuestra selección tiene con que ganar esa medalla, lo de Brasil fue un mal partido, aquí lo que queda es dejar atrás eso y tratar de volver a hacer todo lo bueno que se había hecho en los partidos anteriores, concentrarse y divertirse. El próximo sábado todos pendientes de la H.
Un poco de humor (tomada de Pictoline)
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Andrea Fuentes.
Andrea Fuentes.
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